Leonardo Longo, MD, Olha Sheykh, MD, Diego Longo, PT, Giulio Cherubini, PT, Instituto de Medicina Láser, Florencia, Italia
Antecedentes: Nuestra primera experiencia con la terapia láser para IPP comenzó hace más de 33 años. Los resultados de los primeros 101 pacientes tratados se describieron en reseñas anteriores. Nuestro propósito fue tratar la IPP crónica en el menor tiempo posible, con menor número de ciclos y menos tiempo para cada sesión. Estudio: En los últimos tres años reclutamos 30 pacientes, de 25 a 60 años, con IPP crónica. Se trató a 15 pacientes con tres tipos diferentes de láser contemporáneo: 808, 1064, 10600 nm. Se usaron 15 pacientes como control. Antes de la terapia láser, los pacientes suspendieron las otras terapias. El tamaño de la lesión del pene se estimó con una ecografía antes del tratamiento y 40 días después de finalizado el mismo. La dosificación fue Nd:YAG 1064 nm, PW, tamaño de punto 6 mm2, 35 J para la zona; 10600 nm 36 J/cm2, tamaño de punto 5 cm2; 808 12 J/cm2, tamaño de punto 3 cm2. Tuvimos 20 sesiones para cada paciente, 4 sesiones al día. Resultados: Para evaluar los resultados observamos: presencia/ausencia de características clínicas, tamaño de la lesión. Los resultados fueron positivos en la mayoría de los pacientes. Un grupo de pacientes tuvo resultados parciales y requirió un segundo ciclo de sesiones, luego de dos meses de intervalo. No se observaron efectos secundarios. Algunos pacientes requirieron un tercer ciclo. El seguimiento a los 6 meses fue completamente positivo. Conclusión: En las formas crónicas de IPP, la ciencia intentó usar láser para remodelar las fases de la cicatriz, para hacer desvanecer la fibrosis. Los mismos mecanismos podrían estar implicados en la recuperación. Podemos observar diferencias entre el tratamiento de la IPP aguda y crónica. En conclusión, la terapia con láser para la IPP puede ser eficaz en la mayoría de las formas clínicas, aunque la configuración y los parámetros están sujetos a mejoras.
